domingo, 18 de septiembre de 2011

“Los profesores como intelectuales.” Giroux

Henry Giroux pedagogo y critico cultural, quién siguió muy de cerca el trabajo de Freire, ha venido criticando y proponiendo un nuevo cambio en la pedagogía, pero desde los mismos profesores. Actualmente vemos como el docente tiene que seguir cumpliendo con las normas curriculares impuestas por la economía del mercado, muchas veces encaminada al “entrenamiento para el trabajo” más que a la emancipación de los individuos. Sin embargo Giroux propone que el docente puede y debería trabajar desde el aula el compromiso y la justicia social, con el fin de formar ciudadanos capaces de comprender e involucrarse en el mundo para transfórmalo cuando sea necesario.

El trabajo de Giroux sobre la pedagogía critica es abundante puedes consultar su página y conocerlo. http://www.henryagiroux.com/

La pregunta ahora es cómo podemos apoyarnos desde la pedagogía para transfórmala en una nueva herramienta crítica necesaria para la reconstrucción de un Estado socialmente comprometido con la humanidad.

Giroux, H.; Freire, P. (1990). Los profesores como intelectuales. Fecha de consulta: 18 de septiembre de 2011 de:

http://www.educacionemocional.cl/documentos/escuela02.pdf

7 comentarios:

  1. Para hacerlo, se requiere de la participación de profesores y estudiantes; pero, primeramente debemos reconstruir el concepto de profesor y desmitificarlo, es decir, romper con la idea de que el profesor debe limitarse a ejecutar las labores predeterminadas por el estado, ya que esto nos ayudará a reformular el carácter y el objetivo de la práctica pedagógica.
    Los profesores debemos reflexionar sobre nuestro papel e interrogarnos sobre lo que hacemos, para qué lo hacemos, cómo lo hacemos, es decir, hacernos conscientes de nuestra función dentro de este nuevo proceso de educación, para poder modificar nuestra práctica pedagógica de tal manera que ésta sea crítica, y entonces poder actuar con los alumnos, para que ellos adopten un papel activo dentro del aula, que empiecen a reflexionar, después participar como críticos de los modelos educativos, de sus docentes, de los problemas, y finalmente a proponer soluciones.

    Mónica Hernández Tavares.

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  2. Ante esta pregunta es necesario que el docente asuma primero un papel crítico ante su formación, ante lo que realmente va a dar a sus alumnos, porque la realidad es que en la práctica está atado a enfoques oficialistas de la educación en nuestro país, por lo que es necesario que el profesor adquiera una actitud crítica y reflexiva sobre su labor educativa y que el Estado participe en la reforma de las escuelas para que sean centros de diálogo y reflexión donde la democracia haga funcionar un sistema educativo, que permita a los alumnos y maestros a cuestionar la relación entre la escuela y la sociedad y llegar a la reconstrucción de un Estado comprometido con la sociedad, para el bien común.

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  3. En efecto como plantea Mónica y Marcela, el trabajo del docente no puede limitarse a dar contenidos, es más allá de eso, en sus manos tiene el poder de sembrar inquetudes en sus alumnos, que le haga ser reflexivos y activos para con ello transformar el mundo.

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  4. A pesar de que el docente está obligado a seguir los lineamientos de programas oficiales, es importante que tome la iniciativa y comience a educar haciendo consciencia en los alumnos de que no son unas mercancías, enseñarles a vivir como seres humanos y a no conformarse con lo que la escuela desde el punto de vista oficial les ofrece.

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  5. Se ha recalcado la labor del docente para la transformación de la sociedad y la construcción de un Estado de justicia. Si bien es cierto que su labor reviste gran importancia, lo primero que debería hacerse es que el Estado y los padres de familia deberían velar por crear ellos también el sentido de justicia social, pero sobre todo, reconocer en el maestro a un ser humano con sus problemas económicos, culturales, sociales y psicológicos, que deberán ser atendidos antes que exigirle nada, porque sólo una persona sana puede realmente ser un apoyo en el aprendizaje. Antes que pedirle a los maestros que se preparen y capaciten, hay que darles las herramientas para para que secomprometan a cuidar de sí mismos.

    José Carlos Momox

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  6. La labor del maestro es una labor formadora, como se ha venido mencionando la escuela es un constructo social y através de ella se van crando nuevas modas, modos, pensamientos y cambios sociales, a sabiendas de ésto el maestro debe no sólo de enseñar lo que viene en el curriculo sino valores y comportamientos para mejora de la humanidad.

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  7. El darse cuenta que el ser humano es un ser valioso es importante. Mas aun cuando este seer humano tiene una ocupacion social que lo situa en un orden comunitario.
    Los maestros independientemente de su empleo como tal, se encientran en una situacion nada facil pero si noble. De ellos depende la factibilidad de crear situaciones pedagogicas que trasciendan a las comunidades, a cada individuo en su devenir cotidiano.
    Si solo se ve el estatus del maestro como empleo, pierde su valor humanista, deja de ser trascendental para volverse un simple EMPLEADO.
    Pero si se percibe como un ser que en sus manos tiene la facultad de transformar individuos con capacidades que busquen el bien comun, el poder es inconmensurable, es una labor humanista.

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